Baja la nota del Ex gobernador o te matamos…

 “BAJA LA NOTA DEL EX GOBERNADOR, (NUNCA DIJERON EL NOMBRE DE QUIÉN ES EL EXMANDATARIO) TENGO ÓRDENES DE DARTE PISO,  ASI QUE TÚ DICES, PUBLICAS ESTOS MENSAJES Y TE MATO,  NO SOLO A TI, SINO HASTA TU HIJO”

Este fue el texto que recibí el pasado 25 de diciembre del presente año. El mensaje fue enviado desde este número 5511424401, por medio de la aplicación de WhatsApp. Previo a este mensaje, el 25 de noviembre, un mes antes, desde este mismo número,  justamente después del programa “Los Más  Cabrones” recibí el mensaje “BUENOS DÍAS” ese “BUENOS DÍAS” no vino acompañado de nada, simplemente supongo que checaban si el número era el correcto.

Esta amenaza de muerte no es la primera, ya son varias, la más reciente fue en el año 2019, amenazas provenientes del crimen organizado, en ese entonces un “colombiano” aseguraba que me mataría y picaría en pedazos”. Por esa amenaza en 2019, el Gobierno Federal decidió asignarme escoltas, las amenazas fueron checadas por una Mesa de Seguridad Nacional y desde ahí, las autoridades de la Secretaría de Gobernación detectaron que la amenaza de matarme era muy seria, tan seria que tuve que desaparecer 3 meses del estado. En ese entonces como ahora, extremé precauciones, suspendí mi vida pública, casi como un auto arraigo… por eso cuando vino la pandemia ya estaba acostumbrado al auto encierro.

Pero volviendo al presente, esta amenaza que recibí el recién pasado domingo 25 de diciembre a diferencia de la anterior, es que no solo me amenazan a mí, también amenazan a mi hijo de 7 años. Un niño que nada tienen que ver con las investigaciones de corrupción que he documentado. Esta situación me motiva a escribir este mensaje para decirle a quién esté detrás de estas amenazas que no sea “Cobarde” que un bebé no tiene porque ser amenazado, es un niño inocente y no sabe de maldad y no tiene nada que ver en esta situación.

Después de la amenaza recibida, respondí que no tenía el registro del número citado.

La respuesta fue burda: “NO TE HAGAS PENDEJO”… seguida de la advertencia : “Te voy a meter el primer susto y ahí hablamos ok”.

A esta amenaza como la otra no les tengo miedo, pero lo que me ocupa y preocupa es la integridad de mi hijo. A la petición de bajar las notas Informativas que se encuentran en mis redes sociales, mi respuesta fue un “no” rotundo de mi parte por lo que la advertencia fue más que precisa: “ENTONCES NO HAGAS NI VERGA A MI ME PAGARON PÁ MATARTE”.

A esta cobarde amenaza desde el anonimato se suman las del 2021, dónde después de publicar notas relacionadas con Félix Arturo González Canto, de Magda  Lozano Ocman, de documentar la corrupción en el Poder Judicial y exhibir a casi todos los magistrados como unos corruptos, me quemaron un carro.

Sí, los cobardes desde el anonimato me quemaron un carro.

Les narro a continuación los hechos:

El 8 de agosto del 2021, tuve la necesidad de ir a la ciudad de Cancún, curiosamente ese día un policía se me acercó para advertirme:

     ─Ten cuidado, Chalo. Me acabo de enterar que te anda vigilando gente que está relacionada con el “marquitos” 

(Hay que precisar que el mentado “Marquitos”, es  el autollamado Gerente General de Grupo Sipse, corporativo al que exhibí contratos millonarios al amparo del poder.

     Curiosamente ese mismo día, pero más tarde, otra fuente adscrita a un grupo de inteligencia militar,  me dijo:

     ─Tus teléfonos están intervenidos…Ten cuidado. Te andan campaneando. El pinche Mora esta haciendo la inteligencia a Laura Fernández Piña y al pinche Marcos ándate con cuidado son gente peligrosa.

     El retorno de Cancún a Chetumal fue como siempre, tomando las medidas de seguridad.

     Al llegar a Chetumal (8.00 pm) mi familia y yo decidimos no bajar nada de la cajuela del vehículo, pues veníamos cansados, por lo que decidimos hacerlo a la mañana siguiente.

     Mi mujer, mi hijo, en ese entonces de 5 años,  y yo, entramos a la casa. Nos aseamos y acostamos a descansar. Obvio, me dormí primero, debido al cansancio de la manejada.

     A los pocos minutos, los gritos de mi mujer me despertaron:

     –¡Se quema el carro!… Amor, despierta. Se quema el carro.

     Seguido de los gritos asomé por la ventana y, efectivamente, el carro estaba incendiándose en dos puntos: uno exactamente en el tanque de la gasolina, y el otro por el cofre (motor).

     Bajé rápidamente para abrir la puerta principal del auto. Sin embargo la manija estaba al rojo vivo.

     Grité a mi mujer:

     ─Baja al niño. Bájalo y salgan.

     Ella lo cubrió con una toalla húmeda para bajarlo de la habitación, mientras yo inútilmente trataba de apagar el fuego del vehículo con una manguera del jardín.

     Vecinos del fraccionamiento Andara, donde vivo, llamaron a los cuerpos de emergencias, quienes llegaron en 15 minutos para apagar el fuego que había consumido en su totalidad el vehículo.

      Mientras platicaba, uno de los policías que filtran información al periódico De Peso, me grabó con un celular cuando le decía a un vecino:

     ─No sé qué pasó. Si esto fue un atentado, el seguro del vehículo no procede. 

     Ese audio llegó hasta Marcos Lozano Ocman, directivo de Grupo Sipse y de los hermanos Garcia Gamboa.

     En importante aclarar que ese audio fue manipulado y difundido en páginas y perfiles de la plataforma de Facebook, que manejan Marcos Lozano para Grupo Sipse, o por lo menos eso hace creer.

     Días después, una fuente que me apoyó cuando intentaron ejecutarme en el año 2019, me buscó nuevamente para decirme:

─Ten cuidado. Algunos políticos y un disque empresario han pedido que te den piso.

    Cabe destacar que desde el 2018, he documentado y publicado eventos que a todas luces tienen hedor a corrupción, y que, curiosamente, han  pasado desapercibidos  para el Auditor Superior del Estado, Manuel Palacio; para la Fiscal Anticorrupción, Rosaura Villanueva Arzápalo; para los flamantes diputados de la pasada y actual  Legislatura, así, como   de todo el aparato que se debería de encargar de investigar las compras y contratos millonarios amañados y otorgados a grupos de poder

     A la par de esas publicaciones también he documentado y denunciado hechos de corrupción en el Poder Judicial del Estado de Quintana Roo.

     Curiosamente, en el Poder Judicial trabajaba Magda Lozano Ocman, hermana de Marco, el autollamado operador político de “Laura Fernández Piña”, a quien señalé de traidor, pues en el sexenio de su compadre Félix González Canto,  entonces gobernador, lo vendió a cambio del cargo que ostenta en el periódico Novedades.

     Amigos y lectores de las notas periodísticas que publico me recomendaron:

     ─Si investigas, todas las líneas te llevarán a Félix y sus aliados.

     Fueron tantas las señales y los consejos, que decidí acudir a la oficina de Marcos Lozano Ocman, en la ciudad de Cancún.

     Allí,  desde su oficina dónde yo sabía que me estaba grabando, lo confronté sobre la quema del automóvil y el intento de asesinato de mi familia.

     Obvio, negó todo e incluso me aconsejó demandar si tenía sospechas de alguien en particular.

     El punto, le pregunté:

     ─¿Demando … de verdad quieres que demande ? 

     Respondió el aludido:

     ─Demanda a quien quieras; a quien tú creas.

     Su recomendación de hacer la demanda fue insistente.

     Durante la plática tocamos el nombre de los posibles responsables, (Casualmente, uno de los supuestos actores materiales fue ejecutado 60 días después de mi atentado)

     Después de varios minutos de una plática ríspida en momentos, y holgada en otros, terminó con un sale pues nos vemos…

Hoy,  nuevamente y desde el anonimato cobarde, me lanzan una amenaza “BAJA LA NOTA DEL EX GOBERNADOR, TENGO ORDEN DE DARTE PISO,  ASI QUE TÚ DICES, PUBLICAS ESTOS MENSAJES Y TE MATO,  NO SOLO A TI, SINO HASTA TU HIJO”