Los contactos de los hermanos originarios de Colima se extendían a la India, Holanda y Tailandia
Mientras que en la década de los ochenta el tráfico de drogas en México se concentraba en la cocaína, marihuana y heroína, principalmente, unos hermanos originarios de Colima vieron una ventana de oportunidades en un químico conocido como la efedrina. Como efecto de sus actividades criminales, ahora son recordados como “Los reyes de la metanfetamina”.
Fue a finales de los años ochenta cuando los hermanos José de Jesús y Adán Amezcua Contreras fundaron un grupo criminal al que nombraron “Los Amezcua”, en referencia a su apellido paterno. Su negocio se enfocaba en el tráfico de drogas sintéticas que llegaban hasta Estados Unidos (EEUU).
José de Jesús, el líder, fue el primero en involucrarse en actos delictivos. En 1978, cuando tenía 13 años de edad aproximadamente, cruzó la frontera norte y comenzó a trabajar como barrendero y taquillero de un teatro de Los Ángeles con la ayuda de su tío Arnoldo Amezcua Díaz.
Después de un tiempo vislumbró una oportunidad en el tráfico de migrantes indocumentados. A este negocio se unió otro de sus hermanos de nombre Luis Ignacio.
Cuando Jesús residía en San Diego, California, fue contactado por un estadounidense que le solicitó efedrina (compuesto químico que también es empleado como precursor de las metanfetaminas). A partir de entonces, los hermanos Amezcua comenzaron a traficar grandes cantidades de dicha sustancia vía marítima. Cabe mencionar que hasta 1994, la efedrina no era ilegal en el país vecino.
A comienzos de los años noventa, José de Jesús comenzó a establecer contactos en otras partes del mundo. En 1993 viajó a la India para negociar con proveedores de efedrina. Al año siguiente se trasladó a Holanda y Tailandia en busca de nuevos socios.
La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) reportó que entre marzo y octubre de 1994, la organización de los hermanos Amezcua —también conocida como el Cártel de Colima— introdujo a territorio estadounidense cerca de cinco toneladas de efedrina. Para ese entonces, sus proveedores eran alemanes y checos.
Aunque la mayor parte de la efedrina traficada se enviaba a EEUU, otra porción se trasladaba a los estados de Colima, Nayarit y Michoacán, donde se usaba como compuesto químico para la producción de la droga sintética en pequeños laboratorios clandestinos.
Las metanfetaminas de los Amezcua se solían distribuir en Arkansas, California, Carolina del Norte, Georgia y Texas. Asimismo, lograron establecer nexos con la organización criminal de los Arellano Félix, según indica Malcolm Beith en su libro El último narco: su captura.
“En la cúspide de sus actividades, se consideraba que los Amezcua estaban entre ‘los mayores contrabandistas del mundo’ de efedrina y productores clandestinos de metanfetaminas. Tenían redes por las que abastecían la droga a los consumidores estadounidenses y también la vendían a los Arellano Félix”, señala el autor.
A finales de los noventa, los hermanos colimenses vieron caer poco a poco el narcoimperio que habían construido. Entre 1993 y 1995, Adán estuvo preso en la cárcel de Norko, California, bajo el nombre de José Luis Manzano. En 1997 volvió a ser detenido por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la carretera Las Guásimas-Colima.
Fue así como se inició un proceso penal contra Adán, peor tras una condena de un año y seis meses de prisión logró recuperar su libertad. Sin embargo, en mayo de 2001 fue detenido por última vez en el estado de Jalisco.
En cuanto a José de Jesús y Luis Ignacio, fueron detenidos en junio de 1998 en Guadalajara. Luis recibió 49 años de prisión por delitos contra la salud en su modalidad de tráfico de estupefacientes.
Sus hermanos José y Adán fueron sentenciados en un primer momento a 53 y 22 años de prisión. Pero en 2005 se redujo su condena 28 y 9 años, respectivamente. Tras ello, el liderazgo de la organización quedó en manos de un sujeto llamado Jaime Arturo Ladino Ávila, alias ‘El Ojón’.
En 2011, José de Jesús fue extraditado a Estados Unidos por su implicación en el tráfico de metanfetaminas.
Como parte de las investigaciones sobre este caso, en el año 2008 el Departamento de Tesoro incluyó en su lista negra a 10 personas y seis empresas vinculadas a la organización de los hermanos Amezcua Contreras.
Entre las personas relacionadas con ‘Los Reyes de las metanfetaminas’ se encontraba: Jaime Ladino Ávila, Patricia Amezcua Contreras, Gerardo Álvarez Vázquez, Telesforo Baltazar Tirado Escamilla, Javier Pulido Valdivia, Rosalinda Rendón Poblete, Luis Alfonso Tirado Díaz y Rolando Tirado Díaz.
Respecto a las empresas sancionadas, se indicó que eran farmacéuticas que comercializaban químicos para la producción de metanfetaminas. Dichas entidades fueron identificadas como: Productos Farmacéuticos Collins S.A. de C.V., Laboratorios Willmar S.A. de C.V., Lomedic S.A. de C.V., Salud Natural Mexicana S.A. de C.V., y un tienda de repuestos para vehículos llamada American Tune Up S.A. de C.V.
Aunque los hermanos Amezcua también fueron relacionados con el asesinato del conductor de televisión Paco Stanley en 1999, los señalamientos fueron desmentidos en el libro Análisis sociológico del caso Stanley.
Vía: INFOBAE
Las autoridades de Bacalar han detectado un nuevo modus operandi de extorsión que está afectando…
En una intensa reflexión sobre la política y su papel en la vida pública, Ricardo…
Cerca de las 20 horas del miércoles, arribó al aeropuerto de Cancún el avión que…
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que este domingo se llevará a cabo…
A partir de enero de 2025, Quintana Roo implementará una serie de nuevos derechos aplicables…
Ejidatarios de Calderitas bloquearon esta mañana el único acceso al basurero municipal de Chetumal, en…