En una entrevista reciente con el programa estadounidense “60 Minutes” de CBS, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rompió el silencio sobre un tema controversial: la producción de fentanilo en territorio mexicano. Por primera vez en cinco años de gobierno, López Obrador admitió la fabricación de esta sustancia altamente adictiva y peligrosa.
Durante la conversación con la corresponsal Sharyn Alfonsi, el mandatario desafió la afirmación del Departamento de Estado de EE. UU. sobre el origen del fentanilo, indicando que la información es incompleta y señalando que los precursores químicos necesarios provienen de Asia. Además, destacó la participación de otros países vecinos en su producción.
En cuanto al consumo interno de drogas en México, López Obrador argumentó que es mínimo debido a las “costumbres y tradiciones” del país, aunque organizaciones civiles como México Evalúa han proporcionado datos contradictorios.
El presidente defendió su estrategia de seguridad, conocida como “abrazos, no balazos”, afirmando que en México “no hay impunidad”. Sin embargo, estas afirmaciones contrastan con las estadísticas proporcionadas por organizaciones civiles.
En otro punto relevante, López Obrador rechazó rotundamente la idea de negociar con grupos criminales, enfatizando que la única vía posible es la aplicación de la ley.
Estas declaraciones podrían plantear nuevos desafíos para la relación bilateral entre México y Estados Unidos en términos de cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico, especialmente a siete meses de concluir su mandato.
En respuesta a la problemática del fentanilo, el gobierno de Estados Unidos impuso sanciones a 21 individuos y seis compañías mexicanas asociadas al Cártel de Sinaloa. Esta medida busca minar las finanzas del cártel y cortar el suministro de fentanilo a Estados Unidos, droga responsable de una alarmante cantidad de muertes por sobredosis en el país.
Con estas acciones, el gobierno de Estados Unidos reafirma su compromiso en combatir las redes de droga y lavado de dinero, utilizando todas las herramientas a su disposición para desmantelar las operaciones financieras de los cárteles que amenazan la seguridad y salud pública.
Vía: INFOBAE