El presidente Andrés Manuel López Obrador ha salido en defensa de los sonidos y grabaciones característicos de los vendedores ambulantes y músicos callejeros, destacándolos como parte integral de la vida en las ciudades y pueblos de México.
En respuesta a críticas recientes, como las expresadas por María Marván Laborde, exconsejera del Instituto Federal Electoral (IFE), ahora INE, sobre el volumen y la hora inoportuna de los anuncios de los vendedores ambulantes, López Obrador rechazó tales observaciones. Argumentó que estos sonidos forman parte del tejido urbano y la identidad cultural de México, siendo reconocibles y únicos en cada región.
“Es parte de la ciudad, los camotes asados, plátanos, el gas, el del fierro viejo. Yo no creo que pasen por ahí por donde vive Aguilares es una zona de fifí”, expresó el presidente durante una conferencia de prensa.
López Obrador compartió su propia experiencia en la oficina del Palacio Nacional, donde disfruta de la música de un organillero mientras trabaja. “Estoy ahí en la oficina con el organillero, estoy escribiendo, estoy atendiendo y cuando no está ‘¿qué pasó?’, tiene además un repertorio. Son personajes de las ciudades, de los pueblos, lo del pan, por ejemplo”, agregó.
La defensa del presidente surge en medio de una controversia desatada por una mujer extranjera, identificada como Breanna C., quien calificó la música de los organilleros como “contaminación auditiva” y pidió a la gente que no les dé dinero al encontrarlos en las calles de la Ciudad de México.
Las palabras de López Obrador resaltan la importancia de valorar y respetar la diversidad cultural y la riqueza sonora que caracteriza a las ciudades mexicanas, reconociendo a los vendedores ambulantes y músicos callejeros como parte integral de la identidad urbana y el folclore local.
Fuente: INFOBAE