El tramo 7 del Tren Maya enfrenta un retraso acumulado de 17 días debido a bloqueos de la población local, manifestaciones de trabajadores y condiciones climáticas adversas. Este tramo se ha convertido en el segundo más problemático del proyecto, solo superado por el tramo 2, que ha acumulado 24 días de retraso.
Según las bitácoras de las empresas contratadas por el Gobierno Federal, los retrasos no implican una paralización total del tramo en construcción, sino que contabilizan las horas perdidas en secciones específicas por los mencionados inconvenientes.
Entre los incidentes más destacados se encuentra un bloqueo de seis horas en el acceso a uno de los bancos de balasto del Tren Maya, frente al poblado de Xulhá, debido a que la comunidad se siente desplazada en los contratos del proyecto federal. Más recientemente, el pasado lunes 8 de julio, vecinos de Nicolás Bravo cerraron los accesos a las obras para exigir la reparación de calles dañadas por el tránsito de vehículos pesados.
Además, la comunidad de Juan Sarabia ha protagonizado al menos nueve bloqueos en el último año, reclamando daños a sus viviendas por explosiones relacionadas con las obras del Tren Maya. Otras comunidades cercanas también han denunciado afectaciones causadas por postes de la Comisión Federal de Electricidad dañados por los transportes de la obra, lo que ha dejado a muchos sin electricidad.
Las condiciones meteorológicas adversas también han jugado un papel en los retrasos, con seis días completos perdidos debido a lluvias intensas. Estas condiciones han dificultado el avance constante de las obras, contribuyendo al retraso acumulado.
Para enfrentar estos desafíos, el Gobierno Federal ha contemplado la contratación temporal de más trabajadores y unidades de transporte, además de aumentar los turnos de trabajo. Estas medidas buscan acelerar el progreso y recuperar el tiempo perdido, garantizando que se cumplan los plazos de entrega de esta megaobra.
En promedio, los otros tramos del Tren Maya han perdido solo ocho días, también debido a reclamos de la población local por afectaciones a su calidad de vida, atribuidas a una presunta mala coordinación de los trabajos.
El proyecto del Tren Maya, una de las obras insignia del gobierno, sigue enfrentando desafíos significativos. Sin embargo, las autoridades están tomando medidas para superar los obstáculos y cumplir con los tiempos establecidos, asegurando que esta infraestructura clave avance hacia su finalización.
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