Especialistas y habitantes de Bacalar han urgido al Ayuntamiento a la elaboración de un nuevo Atlas de Riesgo, tras la aparición de cuatro nuevos puntos de inundación a menos de cuatro kilómetros de la cabecera municipal debido a las recientes lluvias.
Diego Araujo Jiménez, profesor e investigador especializado en el ecosistema de la Laguna, sugirió que estas inundaciones podrían estar relacionadas con la infraestructura del Tren Maya y los nuevos asentamientos irregulares que han surgido alrededor de las vías férreas.
“Habíamos advertido que las vías férreas podrían bloquear el desagüe natural de las aguas de lluvias. No estoy asegurando que ésta sea la causa, pero debe ser una hipótesis que debe considerarse, pues al final se trata de una barrera de casi dos metros de alto que atraviesa varios humedales”, explicó Araujo, autor de varios artículos sobre la contaminación de la laguna de Bacalar y los estromatolitos.
Hasta el momento, se han identificado inundaciones en los poblados de Salamanca y Diego Rojas Zapata, en el punto donde se encuentra la subestación de la Comisión Federal de Electricidad, y en un asentamiento irregular ubicado entre las vías elevadas del Tren Maya y el noroeste de la cabecera municipal. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Bacalar ha iniciado la reubicación de estos últimos, llegando a un acuerdo con el Ejido Bacalar para ofrecerles tierras en zonas más seguras, según el presidente municipal, José Alfredo Contreras.
“Por eso insistimos en que se realice un nuevo Atlas de Riesgo que considere tanto el impacto que tienen las vías del tren, como las estaciones y los nuevos asentamientos que están surgiendo en torno a esta infraestructura. Porque si bien las lluvias de junio fueron atípicas, es muy probable que se repitan en el futuro, provocando consecuencias mucho más graves para la población y el ambiente”, declaró el profesor Araujo.
Además, Araujo destacó la necesidad de abordar el problema de los basureros clandestinos en la periferia de Bacalar, que, al combinarse con las inundaciones, arrastran lixiviados hasta la Laguna de los Siete Colores, aumentando la contaminación.
Francisco Canché Cob, uno de los damnificados por las lluvias recientes, también urgió a las autoridades a investigar las causas de las inundaciones que destruyeron su hogar, señalando que nunca antes había experimentado una inundación de esa magnitud.
“Lo que necesitamos saber es si se va a inundar otra vez o qué se puede hacer para evitarlo, porque no vamos a volver al mismo lugar para que todas nuestras cosas se pierdan de nuevo. Queremos saber cuáles son las zonas seguras para no pasar por otra tragedia”, demandó Canché Cob.
La creación de un nuevo Atlas de Riesgo es vista como una medida urgente para proteger a la comunidad de Bacalar y su entorno, proporcionando un plan claro y preventivo ante futuras inundaciones y otros desastres naturales.
Vía: SIPSE NOTICIAS
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