En un reciente evento de campaña, el expresidente de Estados Unidos y aspirante republicano a la presidencia, Donald Trump, arremetió contra Marcelo Ebrard, próximo secretario de Economía de México, calificándolo de “bajo coeficiente intelectual”. Las declaraciones se remontan a la negociación de junio de 2019 en Washington, cuando Ebrard, entonces titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), acudió para discutir la aplicación de aranceles a las importaciones mexicanas.
Trump no se contuvo en sus comentarios, afirmando: “Nos dieron todo lo que quería, obtuve todo de México y de esta persona estúpida (Marcelo). Toma su coeficiente intelectual, te lo garantizo, está por debajo de 50 o 60”. Estas declaraciones hacen referencia a la reunión que llevó a México a desplegar 28 mil soldados para frenar la migración. Durante el evento, Trump también elogió el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), subrayando que en su forma actual es beneficioso y no requiere renegociación, a pesar de sus ataques personales a Ebrard.
Marcelo Ebrard no tardó en responder, indicando que los insultos de Trump tienen una clara motivación electoral. “Cuando te insultan en campaña, como acaba de hacerlo el expresidente Trump, siempre hay un propósito electoral: ganar adeptos. Nunca aceptaré calificación de un candidato en el exterior. No me intimida. Defenderé los intereses de México con toda dignidad y firmeza”, declaró Ebrard. Su respuesta refleja una postura firme y decidida a no permitir que los ataques personales interfieran en su labor como servidor público.
Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa de México, también salió en defensa de Ebrard. Subrayó su competencia y compromiso como servidor público. “Lamento el lenguaje soez del expresidente Trump y desde luego discrepo de su opinión sobre Marcelo Ebrard. Para mí es uno de los mejores servidores públicos de México y será un gran secretario de Economía de nuestro país, que nadie debe olvidar, es libre y soberano”, expresó Sheinbaum en sus redes sociales. Las declaraciones de Trump han sido vistas no solo como un ataque personal a Ebrard, sino también como un intento de desestabilizar las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos.
Este intercambio de declaraciones subraya la tensión en las relaciones diplomáticas y las implicaciones políticas de los discursos de campaña, especialmente en el contexto de las próximas elecciones presidenciales en ambos países.
Fuente: La Verdad Quintana Roo
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