El aumento en los costos de insumos ha reducido drásticamente la superficie cultivada de maíz en la entidad.
En los últimos años, los costos de insumos agrícolas en Quintana Roo han aumentado en un 36%, lo que ha llevado a una significativa disminución en la producción de maíz con fines comerciales. La superficie cultivada de maíz ha disminuido de 13 mil hectáreas a solo 3 mil hectáreas, afectando también la producción destinada al autoconsumo.
Aumento de Costos de Insumos
De acuerdo con datos del Sistema de Costos Agrícolas de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), el costo para cultivar una hectárea de maíz ha aumentado considerablemente. En 2017, el costo promedio era de aproximadamente 12 mil 976 pesos, de los cuales 3 mil 310 pesos se destinaban al control de plagas y enfermedades. Para 2023, el costo ha subido a 17 mil 683 pesos, con un incremento notable en los gastos de fertilización, que ahora representan casi una tercera parte del costo total.
Álvaro Ramírez Mendoza, gerente de Proveedores de Granos Básicos A. C., explicó que el aumento en los precios de los insumos ha sido un factor determinante en la crisis que enfrenta el sector. La semilla de maíz, que antes costaba mil 600 pesos por bulto, ahora cuesta 3 mil 100 pesos. Además, el precio del diésel, herbicidas, plaguicidas y otros insumos ha subido significativamente.
Impacto en la Producción
El aumento en los costos ha llevado a la reducción de áreas sembradas. En cada temporada de primavera-verano, se cultivaban hasta 13 mil hectáreas de maíz, pero ahora se han dejado de sembrar unas 10 mil hectáreas. La falta de mano de obra y el aumento en los costos de mantenimiento y refacciones de maquinaria también han contribuido a la crisis.
Las zonas de producción comercial actuales se concentran en Bacalar, en áreas como Salamanca y El Bajío, con casi mil hectáreas cada una, además de Blanca Flor con unas 200 hectáreas. En el municipio de Othón P. Blanco y José María Morelos, la siembra para fines comerciales ha sido mínima, y el cultivo se ha pospuesto para la temporada otoño-invierno.
Necesidad de Tecnificación y Apoyo Gubernamental
Ramírez Mendoza destacó la necesidad urgente de priorizar la tecnificación del campo y de desarrollar políticas públicas que apoyen al sector agrícola. Señaló que el presupuesto destinado al campo es significativamente menor en comparación con otros sectores, lo que refleja una falta de prioridad para el desarrollo agrícola.
En total, la superficie sembrada de maíz en 2023 fue de 55 mil 997 hectáreas, una disminución con respecto a las 63 mil 838 hectáreas sembradas en 2018.