En la zona cañera de Quintana Roo, al menos 30 niños por cada ejido trabajan en la zafra mientras reciben educación en galeras habilitadas como aulas, informó Diana Gutiérrez García, diputada y presidenta de la Comisión de Juventud e Igualdad de Oportunidades.
A pesar de las regulaciones que exigen que los trabajadores de la zafra sean mayores de 18 años, algunos padres envían a sus hijos menores a trabajar para contribuir al sustento familiar. Ante esta situación, las autoridades educativas implementaron un programa de “escuela abierta” dirigido a jóvenes que abandonaron sus estudios para trabajar.
Aunque no existe un registro exacto de la cantidad de menores involucrados en esta actividad, Gutiérrez destacó que los niños muestran gran interés por continuar su educación en las galeras de los ejidos. La comisión que preside presentará la próxima semana iniciativas para mejorar las oportunidades educativas de estos jóvenes trabajadores.
Este fenómeno social sigue siendo una preocupación, ya que pone en evidencia la necesidad de soluciones integrales para erradicar el trabajo infantil y asegurar una educación digna para todos los jóvenes en la región.
Vía: Noticaribe