El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha mantenido una postura clara en su estrategia de seguridad, resumida en la frase: “Abrazos, no balazos”. La política del mandatario, originario de Tabasco, se ha centrado en atacar las causas estructurales que conducen a la delincuencia, principalmente a través de la prevención del consumo de drogas y ofreciendo oportunidades a los jóvenes para evitar su reclutamiento por el crimen organizado.
AMLO ha subrayado que la captura de grandes capos del narcotráfico no resuelve el problema de fondo. Durante su último informe de gobierno, el 1° de septiembre, reiteró que el enfoque debe estar en erradicar las causas que fomentan la delincuencia, como la pobreza y la falta de oportunidades.
Entre los primeros líderes criminales capturados durante su mandato se encuentra José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, detenido en 2020. En 2022, la Secretaría de Marina (Semar) recapturó a Rafael Caro Quintero, conocido como “El Narco de Narcos”. Sin embargo, uno de los casos más controvertidos fue la captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El 17 de octubre de 2019, elementos del Ejército detuvieron a Ovidio, conocido como “El Ratón”, en un operativo en Culiacán. Sin embargo, la captura desencadenó una ola de violencia conocida como el “Jueves Negro”, cuando su hermano, Iván Archivaldo Guzmán, ordenó a los miembros del Cártel de Sinaloa desatar el caos. Ante la situación, AMLO decidió liberar a Ovidio para evitar más derramamiento de sangre.
El 5 de enero de 2023, Ovidio Guzmán fue nuevamente capturado en una operación militar en Sinaloa. La acción provocó otra reacción violenta por parte del cártel, pero para las 6:20 a.m., el líder criminal ya estaba bajo custodia y fue trasladado a la Ciudad de México. Eventualmente, fue enviado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
En una de sus conferencias matutinas, AMLO confirmó la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, otro líder del Cártel de Sinaloa, junto con Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”. Sin embargo, la FGR admitió no conocer la ubicación actual de Ovidio en Estados Unidos, lo que ha generado incertidumbre sobre su situación judicial.
A pesar de las detenciones, el narcotráfico continúa operando. Tras la captura de “El Mayo” Zambada, la violencia en Sinaloa se intensificó, afectando los festejos patrios en septiembre de 2023. Mientras tanto, otros líderes como “El Huevo” del Cártel del Noreste y “El Nini”, también ligado al Cártel de Sinaloa, han sido arrestados.
Aunque AMLO ha defendido su enfoque de “abrazos, no balazos”, las organizaciones criminales siguen representando un desafío importante para la seguridad en México.
Fuente: INFOBAE
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