“Reforma Energética en México: Especialistas Ven Incertidumbre para Inversionistas y Expectativas de Cambios en Leyes Secundarias”

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La reciente reforma energética en México, que modifica el estatus de empresas estatales como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha generado incertidumbre en el sector privado. Aunque estos cambios suscitan preocupación, los especialistas advierten que el impacto real dependerá de las leyes secundarias que se desarrollarán en los próximos meses, las cuales deberán definir un marco seguro y estable para los inversionistas.

La reforma busca transformar a Pemex y CFE en entidades de servicio público, eliminando su condición de Empresas Productivas del Estado (EPE), y otorgando a la CFE una participación del 54% en la generación de electricidad. Esta modificación prioriza la función de ambas compañías en el servicio ciudadano y la soberanía energética sobre los objetivos de rentabilidad, transformando la operación del sector energético. Francisco X. Salazar Diez de Sollano, excomisionado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), enfatizó que estas leyes secundarias deberán establecer reglas claras para evitar que los cambios erosionen la confianza de los inversionistas.

Por su parte, Renata Julieta Herrera García, experta en Derecho Energético, indicó que estas regulaciones secundarias serán fundamentales para implementar una estrategia de energía sostenible que permita colaboración con el sector privado en áreas como la energía limpia.

Estados Unidos y el Tratado T-MEC: una pieza clave

Irene Arranz, experta en temas energéticos, y Ramses Pech, analista energético, coinciden en que la reacción de Estados Unidos será crucial, especialmente debido al papel preponderante de la CFE en el sector eléctrico. La reforma deberá alinearse con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que establece compromisos de libre competencia y limita la monopolización estatal.

Principales cambios de la reforma energética

Entre los cambios destacan:

1. Transformación de Pemex y CFE: Se convierten en entidades de servicio público.
2. Prioridad para la CFE en generación eléctrica: Con una cuota del 54%, la CFE se consolida como el actor principal en el sector eléctrico.
3. Soberanía sobre el litio y recursos estratégicos: El control exclusivo del Estado sobre el litio se agrega a actividades estratégicas, como el internet y la electricidad.
4. Reorientación hacia el servicio social: La reforma prioriza el acceso asequible de los recursos energéticos a la población.
5. Adaptación mediante leyes secundarias: En un plazo de 180 días, el Congreso deberá desarrollar estas leyes para respaldar los cambios estructurales.

El sector energético, a la espera de claridad en las reglas, se enfrenta a un momento de adaptación donde el éxito de la reforma dependerá de un equilibrio entre la soberanía energética y la viabilidad de la inversión privada en energías renovables.

Vía: EL CEO