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Un grupo de policías fuertemente armados, con la cara cubierta por pasamontañas, se aproximó impetuosamente en tres patrullas y detuvo bruscamente a un ciudadano en las afueras de su hogar.
Los oficiales lo sometieron con violencia, lo cargaron y lo arrojaron de manera brusca dentro de la patrulla número 84025. Según los familiares del hombre detenido, los agentes lo arrestaron alegando que el vehículo que conducía estaba reportado como robado, pero le ofrecieron dejarlo ir a cambio de un soborno de 2,700 pesos.
La madre del hombre afirma que los policías no presentaron una orden judicial para asegurar el automóvil, el cual, según ella, había sido adquirido legalmente a través de una agencia. Además, la mujer asegura que los oficiales no realizaron un inventario del contenido del vehículo.
Desesperada, la madre del detenido suplicó a los policías que liberaran a su hijo, argumentando que es “un tipo bueno, de casa”, y les pidió que se enfocaran en arrestar a los “verdaderos delincuentes”.
Estos hechos ocurrieron en Playa del Carmen, en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo, el lunes 25 de noviembre de 2024.
