En una conferencia realizada este martes desde su mansión en Florida, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reveló un plan sorprendente para cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, argumentando que “nosotros hacemos la mayor parte del trabajo”. Esta propuesta es parte de una serie de medidas que Trump ha planteado en relación a la política exterior y las relaciones con América Latina y Canadá, pocos días antes de asumir la presidencia de Estados Unidos.
Un nombre “hermoso y apropiado”
Trump describió el nuevo nombre como “hermoso y muy apropiado”, sugiriendo que reflejaría mejor el impacto de Estados Unidos en la región. Además, adelantó que su administración impulsará nuevos proyectos de explotación petrolera en el área, lo que intensificaría la presencia económica de Estados Unidos en la zona.
Críticas a México y propuestas controvertidas
El presidente electo no se detuvo ahí y aprovechó la oportunidad para criticar duramente a México. Según Trump, el país está “en manos de los cárteles” y enfrenta “muchos problemas”. En su discurso, también reiteró su preocupación por el flujo de inmigrantes irregulares desde México hacia Estados Unidos, advirtiendo que si el gobierno mexicano no actúa para detenerlo, se verán obligados a imponer grandes aranceles a México y Canadá, dos de los principales socios comerciales de su país.
Tensión con Canadá y Panamá
Además de sus comentarios sobre México, Trump lanzó críticas hacia Canadá, sugiriendo que el país depende en gran medida del ejército estadounidense y exigiendo que pague por ello. De hecho, recordó su anterior propuesta de anexar Canadá a Estados Unidos, mencionando la posibilidad de que el exjugador de hockey Wayne Gretzky postulara como primer ministro en lugar de Justin Trudeau.
Trump también planteó su intención de recuperar el control del Canal de Panamá, señalando que China “básicamente está tomando el control” del estratégico paso marítimo. Acusó a Panamá de imponer tarifas excesivas a los barcos estadounidenses y dejó entrever que Estados Unidos podría tomar medidas coercitivas para asegurar la seguridad económica de su nación.
Rumbo a la Casa Blanca: Retos internacionales y promesas de cambio
Estas declaraciones, que no han sido acompañadas de detalles específicos sobre su implementación, continúan generando reacciones tanto en Estados Unidos como en el ámbito internacional. Su equipo de campaña ha evitado dar información adicional sobre estos proyectos, dejando muchas preguntas sin respuesta sobre la naturaleza exacta de las propuestas.
El 20 de enero, Trump asumirá oficialmente el cargo como presidente de Estados Unidos por segunda vez, lo que marcará el inicio de lo que él mismo ha denominado una “época de oro”. Sin embargo, sus comentarios dejan claro que su administración estará marcada por tensiones diplomáticas, especialmente en relación con México, Canadá y Panamá.
Certificación de la victoria electoral
El lunes, en una sesión conjunta del Congreso, la vicepresidenta en funciones Kamala Harris presidió la certificación oficial de los 312 votos electorales que aseguraron el retorno de Trump a la Casa Blanca, convirtiéndolo en el presidente 47 de Estados Unidos. Este proceso ocurrió justo antes de que el magnate asumiera nuevamente el poder, un acontecimiento que promete redefinir las relaciones internacionales de su nación.
