
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando exentar ciertos productos agrícolas de los aranceles impuestos a Canadá y México, con el objetivo de mitigar el impacto económico en sectores clave.
Sin embargo, al mismo tiempo ha intensificado la presión sobre las armadoras de vehículos en México y Canadá, exigiendo a Ford, General Motors y Stellantis que trasladen toda su producción a territorio estadounidense.
Tensión comercial y prórroga en aranceles automotrices
A pesar de las advertencias de economistas y las represalias comerciales de China, Canadá y México, Trump mantiene su estrategia proteccionista con aranceles generalizados.
No obstante, su administración decidió retrasar un mes la imposición de gravámenes a las importaciones de automóviles, atendiendo a las peticiones del sector automotriz.
El sector agrícola presiona por exenciones
Legisladores de estados agrícolas han solicitado a la Casa Blanca que otorgue exenciones arancelarias a fertilizantes e insumos clave para la producción de cultivos en EE.UU.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, declaró en una entrevista con Bloomberg News que el tema está en evaluación.
“Todo está sobre la mesa”, afirmó Rollins, agregando que aún no se han determinado exenciones específicas para insumos como la potasa y fertilizantes, aunque confía en que la administración tomará medidas de alivio para el sector.
¿Qué sigue?
Mientras la Casa Blanca analiza ajustes en su política arancelaria, la incertidumbre sigue afectando a la industria automotriz y agrícola, sectores fundamentales para la economía norteamericana.
Se espera que en los próximos días se anuncien posibles exenciones o nuevas medidas, mientras se acerca la fecha clave del 2 de abril, cuando podrían aplicarse los llamados “aranceles recíprocos”.