
La tragedia y el horror se desplegaron en el municipio de Teuchitlán, ubicado a poco más de una hora de la zona metropolitana de Guadalajara, cuando autoridades locales localizaron tres hornos clandestinos con restos humanos, en un predio conocido como el “Rancho de Exterminio”. El hallazgo fue realizado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, que señaló que al menos 200 personas podrían haber sido víctimas de estos actos atroces, aunque las cifras oficiales aún están por confirmarse.
En el rancho de 50×100 metros, los agentes encontraron alrededor de 400 pares de zapatos, prendas de vestir, maletas y otros objetos personales, que podrían pertenecer a las víctimas de este espantoso crimen. A lo largo del terreno, las pruebas de violencia son evidentes: desde impactos de armas de fuego en las paredes hasta fragmentos óseos severamente dañados por las llamas de los crematorios clandestinos.
El entorno del lugar, que parece sacado de una pesadilla, se tornó aún más inquietante cuando se descubrió un altar con imágenes de la Santa Muerte, rodeado de veladoras parcialmente consumidas. Este altar, junto a las evidencias de tortura y ejecución, refuerzan la macabra historia detrás de este predio, que había sido utilizado como un campo de adiestramiento hasta hace solo seis meses.
Salvador González de los Santos, Fiscal Estatal de Jalisco, destacó que la búsqueda del rancho había comenzado hace algún tiempo, pero la magnitud de la escena requirió un proceso meticuloso. A pesar de haber encontrado restos humanos en búsquedas previas, el trabajo de excavación y análisis continúa bajo la supervisión de la Fiscalía Estatal y del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, quienes llegaron al sitio para continuar con la investigación y el procesamiento de las pruebas.
El impacto de este descubrimiento resuena profundamente en la sociedad jalisciense y pone en evidencia la creciente violencia en la región, dejando al descubierto el nivel de crueldad al que se enfrentan las autoridades y las familias que buscan a sus seres queridos.