
La violencia ligada al crimen organizado cobró una nueva y brutal factura en Sinaloa. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmó que el ataque armado que dejó nueve muertos en un centro de rehabilitación en Culiacán fue perpetrado por una célula del grupo criminal conocido como “Los Chapitos”.
Durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, el titular de la SSPC, Omar García Harfuch, ofreció detalles del sangriento episodio que evidencia el nivel de descomposición y violencia en el estado.
“Los Chapitos”, como se les conoce, son los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Ovidio y Joaquín Guzmán López. Tras la extradición de su padre, este grupo ha intensificado su poder dentro del Cártel de Sinaloa, enfocándose especialmente en la producción y tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos
Guerra interna: “Los Chapitos” vs “La Mayiza”
El ataque ocurre en medio de una creciente pugna interna en el Cártel de Sinaloa, donde las tensiones entre “Los Chapitos” y la facción conocida como “La Mayiza”, afín a Ismael “El Mayo” Zambada, han derivado en una ola de ejecuciones y desplazamientos.
Desde septiembre de 2024, con la detención de líderes clave como Joaquín Guzmán López y el debilitamiento de la estructura de “El Mayo”, el cártel se ha fragmentado aún más, intensificando los enfrentamientos.
Riesgo civil: los centros de rehabilitación, en la mira
El centro de rehabilitación atacado no ha sido el único blanco. Las instalaciones de tratamiento contra adicciones se han vuelto objetivos recurrentes en este tipo de conflictos, al ser vistos por los grupos delictivos como refugios de excolaboradores, informantes o consumidores.
Este nuevo ataque resalta el peligro constante que enfrenta la población civil, atrapada entre las balas de una guerra del narco que parece no tener fin.