La especulación generada por el desarrollo del Parque Quintana Roo y la futura Terminal del Tren Maya ha desencadenado una rápida invasión de tierras en la zona noroeste de Chetumal, justo detrás del CBTA 11. En menos de un año, cerca de 400 familias se han asentado en esta área, formando tres nuevas colonias: López Obrador, Maya y Ferrocarriles.
Aunque solo algunos han logrado construir viviendas precarias con materiales como madera y cartón, la mayoría de los ocupantes ya ha delimitado sus terrenos. En una muestra de la especulación inmobiliaria que rodea estos desarrollos, algunos lotes han comenzado a venderse en pre-venta por sumas que oscilan entre los 400 mil y 1.2 millones de pesos. Publicaciones en redes sociales promueven estos terrenos como ideales para uso residencial y comercial, destacando su cercanía, a menos de 500 metros, de la estación del Tren Maya.
Sin embargo, la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (Ageproo) ha expresado desconocimiento de estos asentamientos irregulares y ha rechazado cualquier proceso de escrituración en la zona. Según el Programa de Desarrollo Urbano de Chetumal, esta área está catalogada como reserva nacional y no está habilitada para uso residencial. Además, se subraya que la región corre un alto riesgo de inundaciones, al encontrarse entre dos sabanas.
A pesar de estas advertencias, los especuladores continúan apropiándose de terrenos, alentados por el rápido crecimiento de la colonia irregular Fraternidad Antorchista, ubicada a 100 metros al norte, la cual ha incrementado su tamaño en casi un 80% en los últimos meses.
Miguel Manríquez, uno de los vendedores de estos terrenos, asegura que el área “detonará” en 2025 con la puesta en marcha del proyecto ferroviario impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Vamos a ser tantos que las autoridades van a verse obligadas a regularizarnos”, afirmó Manríquez, quien promete entregar una “escritura notariada de posesión de predio” que, según él, será suficiente para que el gobierno del estado regularice la propiedad.
Sin embargo, esta “escritura” no es más que una hoja de papel con coordenadas y datos básicos de la compra-venta, acompañada de un pagaré hecho a mano. José Alberto Alonso Ovando, titular de la Ageproo, ha advertido a la población sobre estas estafas, subrayando que nadie es propietario legítimo de esos terrenos y que adquirirlos a través de estas transacciones solo llevará a la pérdida del dinero.
Pese a las advertencias, algunas personas ya han comprado terrenos, convencidos de que en unos años el asentamiento será municipalizado. Lo que no saben es que colonias irregulares en la misma zona, como Los Palomos, Soldado de la Cruz y Pericos, llevan más de 15 años sin servicios básicos como luz, agua o calles pavimentadas.
Vía: SIPSE Noticias
