El apoyo de Corea del Norte a Hamas trasciende una relación puramente transaccional

A medida que los expertos y los medios profundizan, descubren un actor lejano que une a todos los grupos terroristas.

La salvaje invasión de Hamas y el ataque genocida del 7 de octubre contra civiles israelíes, han generado repulsión por parte del Presidente Biden y de los principales líderes europeos. Sus crímenes contra la humanidad también han merecido los elogios y el apoyo de Irán, titiritero de Hamas, así como de los lacayos de Teherán en el Líbano, Siria, Yemen e Irak, y llamamientos a declaraciones de guerra contra Israel desde lugares tan lejanos como Argelia.

A medida que los expertos y los medios profundizan, descubren otro actor lejano: Corea del Norte.

Era difícil no darse cuenta del suministro por parte de Corea del Norte de granadas propulsadas por cohetes y otras armas desplegadas por Hamas. Citando al Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur, el Sistema de Radiodifusión de Corea informó, “El líder norcoreano, Kim Jong Un, dio instrucciones a varias agencias para que encontraran formas de apoyar integralmente a Palestina en la guerra entre Israel y Hamas”.

Las organizaciones con sede en Estados Unidos y autoproclamadas “pacifistas” o “feministas” que simpatizaban con el régimen de Kim reaccionaron rápidamente. Hyun-sook Cho, Cathi Choi y Kathleen Richards, agentes de alto rango de Women Cross DMZ/Korea Peace Now, firmaron conjuntamente una Declaración de Nodutdol condenando a Israel y legitimando a Hamas.

Nodutdol es una organización pro-norcoreana con sede en Estados Unidos que también es rabiosamente antisemita, ya que condenó el apoyo de Estados Unidos y Corea del Sur a Israel y mientras llamaba a “el fin de la ocupación sionista de Palestina, de una vez por todas”.

La relación de Corea del Norte con Hamas viene de larga data. En su libro publicado en 2018, La Proliferación Militar de Corea del Norte en Oriente Medio y África, el Dr. Bruce Bechtol proporcionó un registro exhaustivo de la expansión de Corea del Norte hacia Irán, Siria y grupos terroristas, incluidos Hamas y Hezbolá.

Bechtol identifica cuatro categorías de asistencia norcoreana a Irán: armas de destrucción masiva y las plataformas que las trasportan, venta de armas convencionales, reacondicionamiento de armas de la era soviética y asesoramiento militar. Hamas ha sido el destino de la mencionada expansión en todas las categorías, principalmente a través de la facilitación brindada por Irán.

El apoyo de Corea del Norte a Hamas no es una cuestión puramente transaccional. Hay fuertes connotaciones ideológicas detrás de la asistencia de Corea del Norte a los grupos antiisraelíes y antisemitas.

El gobierno criminal de Kim Jong Un se basa en los principios ideológicos fundamentales del abuelo Kim Il Sung. El kimilsungismo es esencial para la preservación del régimen de Kim.

En “Bajo la Bandera del Internacionalismo Proletario Marxista-Leninista, Manteniendo en Alto el Estandarte de la Lucha Antiimperialista y Antiestadounidense, Aceleremos la Revolución Mundial”, Kim Il Sung afirma, “Israel es un puesto avanzado de agresión angloamericana en Medio Oriente, que se opone al pueblo árabe, obstruye su progreso y amenaza su seguridad”.

En Respuestas a las Preguntas de los Periodistas Extranjeros, Kim Il Sung afirma, “La crisis de Medio Oriente es el resultado de maquinaciones agresivas de los imperialistas y sus autores intelectuales estadounidenses, que han erigido a los restauracionistas judíos como tropas de choque para aplastar la creciente lucha de liberación del pueblo árabe”. Kim Il Sung culpabiliza de las tensiones en la región a la “agresión israelí” y a sus “manipuladores imperialistas estadounidenses”.

En 1967, los norcoreanos volaron junto a pilotos sirios durante la Guerra de los Seis Días contra Israel. Corea del Norte entrenó a pilotos egipcios y sirios para luchar contra Israel. En una entrevista del 16 de octubre de 1986 con el periódico egipcio Al Massa, Kim Il Sung afirma, “Siempre que los imperialistas y los sionistas provocaron una guerra de agresión en el Medio Oriente, el pueblo de Corea [del Norte] se mantuvo firmemente del lado de la justicia. […] Durante la guerra [de Yom Kippur] en octubre de 1973, nuestros aviadores lucharon hombro con hombro con los hermanos egipcios en el mismo frente”.

Gracias a la complicidad de Irán, las armas norcoreanas están en manos de Hamas, Hezbolá y los Hutíes en Yemen. Los sistemas de armas “indígenas” de Irán son diseñados y producidos por personal norcoreano radicado en Irán estimado en más de 1.000 personas. Según un documento desclasificado de la CIA del 24 de mayo de 1984, “oficiales de entrenamiento” de Corea del Norte, estaban impartiendo entrenamiento militar a “nacionales extranjeros” en Irán junto a “Guardias Revolucionarios iraníes, extranjeros previamente entrenados y palestinos”.

En Corea del Norte proliferan la inestabilidad y la violencia. Ninguna de las ganancias se destina al pueblo. El Régimen dirige cinco gulags. Alrededor de 120.000 hombres, mujeres y niños hacen frente al trabajo forzoso, la desnutrición y la brutalidad. Atreverse a ser cristiano es declararse enemigo del Estado.

Además de la expansión, el régimen de Kim oprime y explota a su pueblo dentro y fuera del país para conseguir los fondos necesarios para construir su arsenal de terror. Antes del COVID, 100.000 trabajadores fueron enviados a 40 países, un tercio como trabajadores de la construcción a Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. La mayor parte de sus salarios fueron confiscados por el régimen.

Embebido en el pensamiento de Kim Il Sung, el apoyo de Corea del Norte a Hamas, Hezbolá y a los regímenes decididos a extinguir a Israel, trasciende una relación puramente transaccional.

La construcción de túneles, la transferencia de armas norcoreanas y el entrenamiento táctico a Hamas son, en la visión del mundo del régimen de Kim, una forma de llevar su antiestadounidense “lucha antiimperialista” hacia el mayor aliado de Estados Unidos en Medio Oriente. El antisemitismo no es simplemente un efecto secundario de la expansión de Corea del Norte. El antisemitismo y el odio hacia Israel y su pueblo están en el centro de la ideología de Corea del Norte.

Así como los crímenes de odio y las invectivas antisemitas se elevan a alturas sin precedentes en los Estados Unidos, el régimen de Kim, a través de sus leales seguidores, está incrementando dicho odio a través de las redes sociales y en las calles estadounidenses.

Abraham Cooper es Decano Asociado y Director de Acción Social Global en el Centro Simon Wiesenthal y Presidente de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional.

Greg Scarlatoiu es Director Ejecutivo del Comité de Derechos Humanos sobre Corea del Norte.

Vía: INFOBAE

Redacción

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