En medio del asombroso avance del Tren Maya, un fenómeno inesperado ha surgido en el horizonte: un aumento significativo en la migración extranjera hacia el estado de Quintana Roo. Productores de caña de azúcar se ven en la necesidad de contratar a trabajadores de otros países para compensar la pérdida de jornaleros, una situación que está dando forma a un nuevo capítulo en la historia laboral de la región.
Desde la puesta en marcha del Tren Maya, más de 13 mil personas de diversas nacionalidades, principalmente centroamericanas, han llegado al estado en el último año. Este flujo migratorio no solo impacta los campos agrícolas, sino también la industria de la construcción, que ha experimentado una creciente demanda de mano de obra.
Según un informe de Alerta Agenda Migrante, defensores del “Modelo Migrante Seguro, Ordenado, Humano y Productivo”, este incremento podría generar un dilema futuro para las autoridades locales, ya que enfrentarán la pregunta crucial de qué hacer con estos trabajadores una vez que ya no sean necesarios.
Marilyn Torres Leal, presidenta de la fundación CISVAC de apoyo a los migrantes, señaló que el gobierno federal subestima la magnitud del fenómeno, indicando que el número real de migrantes es seis veces mayor que las cifras oficiales. Explicó que muchos de ellos llegaron para trabajar en el campo o en proyectos de construcción, aprovechando las oportunidades generadas por la demanda de mano de obra en estas áreas.
Evaristo Gómez, presidente de la Unión local de Productores de Caña de Azúcar en Quintana Roo, confirmó la necesidad de contratar trabajadores extranjeros para compensar la pérdida de más de mil 1500 jornaleros debido a la obra federal. Esta realidad pone de manifiesto el impacto directo del desarrollo del Tren Maya en la economía local y la fuerza laboral.
La situación, aunque plantea desafíos, también resalta la adaptabilidad de la región frente a los cambios. A medida que el Tren Maya avanza, no solo conecta destinos, sino que también teje una compleja red de desafíos y oportunidades que reconfiguran la realidad de Quintana Roo. ¿Qué otros efectos sorprendentes nos deparará el futuro de este megaproyecto? La respuesta, al parecer, se esconde entre los rieles del tren y los campos de caña de azúcar.
Sin embargo, acota que esto podría ser solo temporal, ya que se espera que una vez que concluya el Tren Maya la mayoría de los obreros regresarán al campo para trabajar en la Zafra. Es entonces cuando no saben que, va a pasar con los inmigrantes.
Vía: SIPSE NOTICIAS
