El entusiasmo que los inversores extranjeros solían tener por el mercado bursátil chino se ha desvanecido en medio de preocupaciones sobre las relaciones con Occidente y la abrupta caída del mercado inmobiliario. El índice CSI 300 ha caído casi una cuarta parte en el último año, generando incertidumbre sobre el futuro de China Inc. Mientras las autoridades estudian medidas para estabilizar el mercado, algunos inversores están explorando alternativas.
Firmas de inversión como Jupiter Asset Management, Putnam Investments y Vontobel han lanzado fondos “ex-China” de gestión activa, ofreciendo opciones para aquellos que desean diversificar sus carteras. Un fondo cotizado de mercados emergentes sin exposición a China, emitido por BlackRock, se ha convertido en el quinto mayor fondo de renta variable de mercados emergentes, gestionando 8.700 millones de dólares.
El dinero se ha volcado en otros mercados emergentes, como India, Corea del Sur y Taiwán, que representan más del 60% de los valores de mercados emergentes excluyendo China. Estos países comparten similitudes con China en términos de crecimiento económico y potencial de consumo. Japón también ha atraído inversores, especialmente aquellos interesados en valores industriales.
Sin embargo, estas alternativas presentan sus desafíos. Las acciones indias son consideradas caras, las acciones japonesas no son ideales para un rápido crecimiento de ingresos, y las economías de Taiwán y Corea del Sur, aunque líquidas, son maduras y de renta alta. Además, la limitada capitalización de mercado de algunos de estos lugares puede ser un obstáculo.
A medida que crece el interés en estrategias que excluyen a China, los inversores exploran opciones más allá del segundo mercado de valores más grande del mundo. No obstante, estas alternativas aún no generan el mismo entusiasmo que China solía despertar entre los inversores.
Vía: INFOBAE