Una semana después del paso del huracán “Beryl”, los municipios de Bacalar y Lázaro Cárdenas continúan lidiando con las secuelas de las intensas lluvias y fuertes vientos que azotaron la región. La gobernadora Mara Lezama Espinosa ha señalado que las inundaciones siguen siendo un problema crítico en estas áreas.
Desafíos en Bacalar
Bacalar, conocido por su topografía baja, enfrenta dificultades significativas para manejar el exceso de agua. La gobernadora explicó que las bombas de achique, necesarias para drenar el agua, encuentran obstáculos debido al alto nivel del manto freático en la zona.
“Las afectaciones en Bacalar se dieron porque es una zona sumamente baja y el problema con las bombas de achique es que para desahogar el agua tienes que llevarlas a otro lado, a la sábana, al manto freático. Es tan alto el nivel que tenemos en esta zona de Bacalar, que la complicación para poder desahogar el agua es mayor”, explicó Lezama Espinosa.
Necesidad de Soluciones Alternativas
Para mitigar futuras inundaciones, se está considerando la instalación de sistemas de drenaje en algunas colonias de Bacalar. Sin embargo, debido a las características geográficas del área, se están evaluando otras soluciones que podrían ser más efectivas.
Afectaciones en Lázaro Cárdenas
En Lázaro Cárdenas, las comunidades de Chiquilá, San Ángel y Solferino también siguen sufriendo las consecuencias del huracán. La gobernadora resaltó los daños observados en diversas localidades, incluyendo la zona costera de Cozumel, Tulum y la carretera 307.
Respuesta Rápida y Prevención
Lezama Espinosa destacó la rápida respuesta del estado para mitigar los daños, especialmente en Cozumel, donde se desplegaron 20 grúas y 68 electricistas expertos para reparar la infraestructura eléctrica afectada.
“Tuvimos una gran afectación, lo que pasa es que nosotros reactivamos muy rápido. Cuando se pudo cruzar a Cozumel, llevamos 20 grúas y 68 electricistas expertos, más las brigadas que se habían dejado, pero teníamos postes y postes dañados y la costera llena de troncos. Claro que hay afectaciones”, comentó.
Reflexión y Acción
La gobernadora subrayó la necesidad de mejorar el manejo de residuos sólidos, señalando que la basura fue un factor principal en las inundaciones al bloquear las rejillas y pozos de absorción. La reflexión post-huracán debe llevar a acciones concretas para evitar que los residuos tapen los sistemas de drenaje, exacerbando las inundaciones.
“Nos queda muy claro que se tiene que poner orden en la recoja y disposición, pero también queda entre nosotros dividir la basura. No podemos tener rellenos sanitarios colapsados, hacer de las áreas verdes basureros clandestinos”, añadió Lezama Espinosa.
La experiencia del huracán “Beryl” ha dejado importantes lecciones para la gestión de desastres naturales y la infraestructura en Quintana Roo, resaltando la importancia de la prevención y la rápida respuesta ante emergencias.
Vía: SIPSE NOTICIAS