La ruta del Tramo 7 del Tren Maya ha sido modificada significativamente para preservar cinco estructuras arqueológicas de gran relevancia monumental, según informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Esta decisión responde al hallazgo de estas estructuras en el camino de acceso a la estación Nicolás Bravo/Kohunlich, ubicada a seis kilómetros de la Zona Arqueológica de Kohunlich, en el sur de Quintana Roo.
El INAH ha confirmado que los especialistas han identificado siete monumentos en la zona, de los cuales dos han sido sellados para futuras investigaciones, mientras que los cinco restantes están en proceso de ser exhibidos a los visitantes. Estos hallazgos pertenecen a agrupaciones familiares de élite y presentan características del estilo Petén, con dataciones que oscilan entre 300-600 d.C. y 900-1000 d.C.
“Las estructuras descubiertas corresponden a unidades habitacionales que reflejan un alto estatus social, con mampostería y piedras labradas distintivas del estilo Petén. Entre los materiales hallados se encuentra un pectoral de caracol en forma de media luna, de gran valor arqueológico, único en la región maya”, explicó el arqueólogo Ramón Carrillo Sánchez.
Entre las estructuras destacadas se encuentran:
- Estructura 35027: Cercana a la estación del tren, con un basamento rectangular y dos cuartos abovedados, en la que se encontró el pectoral.
- Estructura 50168: Basamento con un cuarto de acceso al sur y varias etapas de crecimiento.
- Estructura 50139: Basamento con tres cuartos abovedados y un patio interno.
- Estructuras 50150 y 50151: Integran una unidad habitacional con basamento rectangular y cuartos abovedados.
- Estructura 39020: Basamento rectangular con al menos dos cuartos de perecederos y una escalinata de acceso.
El sitio de Kohunlich es un importante asentamiento arqueológico que muestra una serie de complejos arquitectónicos tanto ceremoniales como residenciales, con evidencias de etapas constructivas diversas y estilos arquitectónicos variados, algunos de los cuales podrían haber servido como barrios de la elite prehispánica.
El INAH continúa con el análisis de los materiales arqueológicos encontrados, que han ampliado el conocimiento sobre las áreas periféricas de grandes ciudades mayas, sugiriendo que podrían haber estado destinadas a actividades agrícolas y otras funciones durante la época prehispánica.
Este esfuerzo por proteger y conservar el patrimonio cultural destaca la importancia de la colaboración entre el INAH y el proyecto del Tren Maya, garantizando que el desarrollo de infraestructura no comprometa la herencia arqueológica de la región.
Vía: La Jornada Maya