Un estudiante de secundaria de Ontario, Canadá, podría haber resuelto uno de los enigmas más antiguos de la historia: el famoso “rayo de la muerte” de Arquímedes. La leyenda cuenta que este dispositivo permitía incendiar barcos enemigos usando la luz solar durante el asedio de Siracusa en el siglo III a.C. Ahora, un experimento llevado a cabo por Brenden Sener para su proyecto de feria de ciencias ha reavivado el debate sobre la viabilidad de esta invención milenaria.
Arquímedes, conocido por sus contribuciones a la geometría, el cálculo y la teoría de números, así como por sus ingeniosas invenciones, ha sido objeto de fascinación a lo largo de los siglos. Sin embargo, la historia de su “rayo de la muerte” ha sido motivo de escepticismo debido a la falta de pruebas concretas.
Sener utilizó una versión a menor escala del dispositivo, empleando espejos cóncavos para concentrar la luz del sol en un objetivo, y descubrió que era posible aumentar significativamente la temperatura del mismo. Sus experimentos sugieren que, bajo las condiciones adecuadas, el uso del “rayo de la muerte” en combate podría haber sido plausible.
A lo largo de los años, varias personalidades y equipos han ofrecido resultados mixtos en cuanto a la factibilidad de esta invención legendaria. Sener, sin embargo, logró un notable aumento de temperatura con cada espejo adicional utilizado en su experimento, respaldando la posibilidad de que el dispositivo pudiera haber sido efectivo.
Aunque admite la falta de pruebas arqueológicas directas que confirmen la existencia del “rayo de la muerte”, Sener concluye que su serie de experimentos
Vía: DW
