A pesar de que Quintana Roo se posiciona como uno de los estados con mayor producción forestal en México, los ejidatarios que se dedican a esta actividad apenas perciben el 10% de las ganancias netas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En la región del Caribe mexicano, la producción anual es de 58,873 metros cúbicos, con un valor estimado en 124.3 millones de pesos.
El 82% de esta producción proviene de 284 ejidos, entre los que destacan Petcacab y Noh Bec, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, y Caobas y Tres Garantías, en Othón P. Blanco. Sin embargo, los ejidatarios únicamente realizan la tala de madera en rollo y la venden a empresas del centro del país, que se encargan de su transformación y comercialización, limitando así sus ingresos.
Otoniel Bautista Arce, de FIRA, señaló que esta situación puede mejorar mediante asistencia técnica y acceso a financiamiento para adquirir maquinaria especializada, como estufas de secado y aserraderos móviles, permitiendo que los productores locales formen parte de la cadena de valor. La caoba, madera representativa de la región, es procesada fuera de Quintana Roo, lo que incrementa su valor hasta nueve veces el precio que reciben los ejidatarios.
Además, destacó que las selvas de la zona sur de la Península de Yucatán concentran el 24% de la existencia maderable total del país, por lo que los ejidatarios tienen una gran oportunidad de crecimiento si logran modernizarse y añadir valor a su producción.