
La ola de violencia que ha azotado Culiacán y sus alrededores es aterradora. Desde que el famoso narcotraficante Mayo Zambada fue capturado, al menos 430 personas han perdido la vida y otras 520 han desaparecido en esta región. El gobernador ha intentado lavar sus manos del asunto, pero la sangre de Melesio Cuen sigue manchando sus ropas. Hasta que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) intervenga directamente, nada cambiará.