El gobierno de Canadá reafirmó su compromiso con la seguridad fronteriza tras las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció que impondrá un arancel del 25% a los productos canadienses y mexicanos si ambos países no refuerzan sus medidas para detener el flujo de inmigrantes y drogas hacia territorio estadounidense.
Trump, a través de un mensaje en la plataforma X y en una conversación telefónica con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, expresó que la medida sería implementada el primer día de su segundo mandato, el 20 de enero de 2025, salvo que Canadá y México actúen de manera contundente.
Respuesta de Canadá
En un comunicado conjunto, la viceprimera ministra Chrystia Freeland y el ministro de Seguridad Pública Dominic LeBlanc señalaron que su país otorga “la máxima prioridad” a la seguridad y a la integridad de la frontera compartida con Estados Unidos.
Además, destacaron que Canadá es un socio indispensable para la demanda energética de EE.UU., recordando que el 60% de las importaciones estadounidenses de petróleo provienen de territorio canadiense. “Canadá compra más productos estadounidenses que China, Japón, Francia y el Reino Unido juntos”, agregaron.
Relación bilateral equilibrada
El comunicado subrayó las “estrechas y mutuamente beneficiosas” relaciones entre ambos países, particularmente en comercio y seguridad, señalando que estas han sido favorables para los trabajadores estadounidenses. Asimismo, el gobierno canadiense expresó disposición para dialogar sobre las preocupaciones planteadas con la administración entrante en Washington.
Un portavoz canadiense calificó la reciente conversación entre Trudeau y Trump como una “buena discusión”, asegurando que ambos líderes continuarán en contacto para abordar los temas pendientes.
Este anuncio marca un posible desafío en la relación trilateral entre Estados Unidos, Canadá y México, que comparten el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un acuerdo clave para las economías de la región.