En Mérida, Yucatán, Denisse Blanquet Rojas denunció un cateo fallido por parte de elementos de la Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes ingresaron a su domicilio en la madrugada del 23 de noviembre tras una confusión con la orden judicial.
Relato de los hechos
Denisse estaba sola en casa cuando, a la 1:00 a.m., escuchó ruidos fuertes provenientes de la entrada. Al revisar las cámaras de seguridad, vio a agentes de la FGE forzando la entrada. Mientras llamaba a su madre, los oficiales rompieron las puertas de metal y madera, irrumpiendo en la vivienda.
“Me encontré con ellos en el pasillo. Me quitaron el celular, me obligaron a arrodillarme y no me dejaron salir de mi cuarto. Me sentí intimidada, me pisaron y me jalaron. Nunca había tenido problemas con la policía, pero esta vez me sentí amenazada”, narró Denisse.
Durante el operativo, los agentes inspeccionaron toda la vivienda sin explicar inicialmente los motivos de su presencia. Más tarde, indicaron que buscaban a seis menores presuntamente secuestrados. Al no encontrar nada, se disculparon por la equivocación, dejando la vivienda dañada.
Daños materiales y psicológicos
La joven denunció que, tras destrozar las puertas y fotografiar la casa, los agentes le indicaron que debía presentar una denuncia ante la FGE para exigir la reparación de los daños materiales. “Nos dejaron sin respuesta esa noche y hasta ahora no hemos podido dormir tranquilos”, comentó.
Además, la familia inició quejas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, buscando justicia por los daños materiales y el impacto psicológico causado por el operativo.
Una acción que genera cuestionamientos
Este caso resalta preocupaciones sobre el uso de la fuerza y la responsabilidad de las autoridades al ejecutar órdenes de cateo. Denisse y su familia esperan una resolución que repare los daños y garantice que situaciones similares no se repitan.
Vía: NOTICARIBE