Juan Carlos Ramírez Abadía, conocido por su apodo despiadado de “Chupeta”, una vez fue un temido narcotraficante colombiano y el líder del peligroso Cártel del Norte del Valle.
Pero ahora, después de años bajo custodia de las autoridades estadounidenses, ha sido liberado bajo libertad condicional y vive con su familia en la ciudad de Nueva York. Durante el juicio al infame “El Chapo” Guzmán en diciembre de 2018, Chupeta confesó haber inundado las calles de Estados Unidos con nada menos que 400 toneladas de cocaína, gran parte de ella en colaboración con el propio El Chapo.
También admitió haber ordenado más de 150 asesinatos brutales, incluyendo a políticos, policías y antiguos aliados que se cruzaron en su camino.
En 2007, Chupeta fue capturado en la ciudad de São Paulo, Brasil, donde las autoridades confiscaron más de 100 millones de dólares en efectivo, sólo una pequeña fracción de su enorme fortuna personal, estimada en aproximadamente 2.000 millones de dólares.
En un desesperado intento por evadir la justicia, Chupeta incluso se sometió a una cirugía plástica que desfiguró su rostro, aunque no lo hizo irreconocible ante los ojos de la ley.