El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la designación de Ronald Johnson como embajador en México a partir de enero de 2025, marcando el inicio de su segundo mandato. En respuesta, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, destacó que su gobierno mantendrá una posición firme en defensa de la soberanía y dignidad del país en las relaciones bilaterales.
“Siempre vamos a pedir respeto en la relación de México con Estados Unidos”, afirmó Sheinbaum al referirse al nuevo escenario diplomático que implicará la llegada de Johnson, un exmilitar y agente de inteligencia con experiencia en Latinoamérica, quien ha sido destacado por Trump como pieza clave para combatir el tráfico de fentanilo y la migración irregular.
Un perfil con experiencia en seguridad
Ronald Johnson, quien cuenta con una sólida trayectoria en seguridad y política exterior, fungió como embajador en El Salvador durante el gobierno de Nayib Bukele, apoyando estrategias de combate al narcotráfico y al crimen organizado. Su historial incluye una carrera militar iniciada en 1971, que culminó como coronel en 1998, y un periodo en la CIA como asesor en operaciones especiales. Además, domina el español y vivió en Latinoamérica por cinco años, lo que, según el Departamento de Estado, lo dota de un conocimiento integral sobre la región.
Relación bilateral bajo la lupa
La designación de Johnson llega en un contexto de tensiones bilaterales. Trump ha reiterado su postura de imponer medidas estrictas, como aranceles y el cierre de fronteras, para controlar la migración y el flujo de drogas. Durante el anuncio, Trump destacó: “Juntos pondremos fin a los delitos cometidos por migrantes, detendremos el flujo ilegal de fentanilo y volveremos a hacer que nuestro país sea seguro”.
Por su parte, Sheinbaum enfatizó que su administración trabajará por los intereses de México. “Defenderemos la soberanía, independencia y dignidad de nuestro país en cualquier diálogo con Estados Unidos”, declaró.
Cambios en la dinámica diplomática
Ron Johnson reemplazará a Ken Salazar, embajador durante la administración de Joe Biden, quien mantuvo una relación cercana con México, pero que en meses recientes enfrentó tensiones tras expresar preocupaciones por las reformas al Poder Judicial mexicano.
La llegada de Johnson plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre ambos países, particularmente en temas sensibles como la seguridad, la migración y los derechos humanos.
Con esta nueva etapa diplomática, tanto el gobierno mexicano como la ciudadanía estarán atentos a los desafíos y oportunidades que surjan en una relación estratégica para ambas naciones.