El transporte de pasajeros en el sur de Quintana Roo enfrenta un grave problema: el aumento de conductores “piratas” que operan sin concesiones ni permisos, incluyendo taxistas que utilizan vehículos particulares fuera de plataformas o sindicatos.
Un problema que crece
Inspectores del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo) señalan que reciben hasta 15 reportes semanales sobre este tipo de actividad ilegal. Según las autoridades, los conductores involucrados son, en su mayoría, taxistas o choferes de plataformas como Uber, quienes obtienen números de contacto de pasajeros a través de la misma plataforma, sindicatos, o mediante su presencia en puntos estratégicos como aeropuertos y terminales de autobuses.
Estos servicios suelen enfocarse en turistas, ofreciendo viajes hacia destinos como Bacalar o la Costa Maya con tarifas apenas más bajas que las legales. Por ejemplo, un traslado a Bacalar puede costar entre 800 y 1,500 pesos, mientras que un viaje a Mahahual o la Costa Maya alcanza entre 2,500 y 4,000 pesos.
Denuncias de usuarios
Recientemente, una usuaria denunció que al solicitar un taxi por Radio Taxi Plus, el conductor le ofreció realizar el servicio en un vehículo particular bajo el argumento de ser un “apoyo Uber”. La pasajera rechazó el servicio y reportó el caso al Imoveqroo, que ya inició las investigaciones.
Operación furtiva
A pesar de los reportes, las sanciones han sido mínimas. En lo que va del año, sólo nueve conductores han sido penalizados en la zona, debido a que la operación clandestina dificulta su localización. Además, al no utilizar plataformas digitales y realizar transacciones exclusivamente en efectivo, resulta casi imposible rastrear sus actividades.
Riesgos para usuarios
La falta de regulación y concesiones no sólo afecta a la economía formal, sino que también pone en riesgo la seguridad de los pasajeros. Las autoridades instan a los usuarios a denunciar cualquier servicio sospechoso y recuerdan que el uso de transporte autorizado es crucial para garantizar viajes seguros.