
Expertos advierten sobre la necesidad de intervenir en la laguna para evitar su deterioro y garantizar su conservación.
Bacalar, Quintana Roo – La laguna de Bacalar, famosa por sus aguas cristalinas, enfrenta un grave problema de deterioro, particularmente en las zonas poco profundas a orillas de la franja que comprende la ciudad, de aproximadamente ocho kilómetros. Investigaciones recientes apuntan a la urgente necesidad de un programa de mantenimiento para preservar este valioso ecosistema y evitar un mayor daño.
María Luisa Villarreal Sonora, reconocida investigadora del ecosistema lagunar, alertó sobre la formación de estromatolitos, rocas de sarro que están bloqueando los flujos de salida de la laguna. Esto genera lo que ella describe como una especie de “rebosamiento de piscina”, ya que el agua que entra a la laguna no tiene un cauce adecuado para salir.
Condiciones actuales de la laguna
La investigadora destacó que una clara muestra del deterioro de la laguna es el cambio en el color del agua en las orillas, que se observa más oscura en comparación con las aguas del centro, lo que es indicativo de la falta de oxigenación en las zonas más cercanas a la costa. A pesar de este panorama, el balneario ejidal “Mundo Mágico” destaca como un ejemplo positivo de conservación, ya que es la única zona de nado que recibe mantenimiento regular por parte de los ejidatarios, quienes han tomado la iniciativa de cuidar y oxigenar su parte de la laguna.
La falta de intervención y sus consecuencias
Villarreal Sonora subrayó que, lamentablemente, existe la falsa creencia de que la laguna no debe ser tocada, lo que ha llevado a muchos propietarios y prestadores de servicios asentados en sus orillas a no intervenir. Esta falta de acción ha contribuido a su deterioro. “El lirio acuático y otros sedimentos están cubriendo el fondo, lo que impide la correcta oxigenación del agua, necesario para mantener el equilibrio ecológico de la laguna”, explicó.
Propuestas de conservación
Consciente de la situación, la investigadora ha sostenido reuniones con autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para exponer la necesidad de generar un programa de mantenimiento integral para la laguna. “La laguna de Bacalar es como una gran alberca que necesita mantenimiento continuo para mantener el agua en condiciones óptimas”, comentó Villarreal Sonora.
Para ello, propone la extracción de los sedimentos acumulados en el fondo, la remoción de maleza y la restauración de los flujos naturales de agua. Además, enfatizó que la comunidad local tiene un papel crucial en la preservación de este valioso ecosistema, al tomar acciones de manera conjunta con las autoridades para lograr la conservación sostenible de la laguna.
La importancia de la acción inmediata
El llamado a la acción es claro: sin intervención, las condiciones de la laguna seguirán empeorando, afectando no solo la biodiversidad que depende de ella, sino también a la economía local, que depende en gran medida del ecoturismo y las actividades recreativas relacionadas con este atractivo natural.