
La venta de niñas a adultos mayores con fines sexuales sigue siendo una práctica en comunidades rurales de Quintana Roo, advirtió Marycruz Beltrán Miranda, delegada de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia.
Durante 2024, la dependencia atendió dos casos de niñas vendidas por sus propios padres en las comunidades de Luis Echeverría y Nicolás Bravo, lo que evidencia la persistencia de esta problemática en sectores vulnerables.
Ignorancia y normalización del delito
Beltrán Miranda señaló que en estas comunidades muchos padres consideran normal intercambiar a sus hijas, sin conocer que esta práctica es un delito grave que puede castigarse con cárcel.
“En comunidades se dan estos casos, donde los padres piensan que es normal vender a tu hija o intercambiarlas”, expresó la funcionaria.
Aunque en lo que va de 2025 no se han reportado nuevos casos de venta de menores, la procuraduría atiende 10 casos de abuso y violación infantil, así como situaciones de adultos mayores intercambiados por artículos de bajo valor, como tenis o sumas de dinero tan bajas como 200 pesos.
Llamado a la denuncia y acción inmediata
La funcionaria hizo un llamado urgente a la población para denunciar estos delitos y permitir que las autoridades actúen de manera inmediata para proteger a las víctimas.
Este tipo de violencia extrema contra menores y adultos vulnerables sigue siendo un desafío para las autoridades en zonas rurales de Quintana Roo, donde se requiere mayor intervención, educación y vigilancia para erradicar estas prácticas.