En respuesta a la creciente demanda de materiales para la construcción, han surgido numerosas minas extractivas de roca caliza en Quintana Roo, con una inversión total estimada de al menos 329 millones de pesos. Estas operaciones abarcan una superficie significativa de 596.8 hectáreas distribuidas en seis municipios del estado.
La industria de la construcción, siendo la segunda más importante después del turismo en la región, demanda estos materiales para diversas aplicaciones como la obra pública, vivienda, hoteles y restaurantes. Entre los productos más solicitados se encuentran piedra hilada, grava, concreto hidráulico y materiales para acabados, todos derivados de la roca caliza local, que se ha convertido en un sello distintivo regional.
La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha gestionado múltiples trámites de cambio de uso de suelo forestal para estos bancos pétreos, incluyendo permisos para la construcción del Tramo 5 y 6 del Tren Maya, que atraviesa la región de Cancún a Chetumal.
Destacan los bancos operados por la Secretaría de la Defensa Nacional para suministrar materiales al Tren Maya, con permisos ambientales provisionales pendientes de la obtención definitiva de las Manifestaciones de Impacto Ambiental. En Cancún y Felipe Carrillo Puerto, se han autorizado diversas áreas para la extracción de roca caliza, destacando inversiones significativas en infraestructura asociada.
Empresas privadas como Cemex y Ingenieros Asociados de Quintana Roo también han solicitado permisos para la extracción de roca caliza destinada al Tren Maya y otras industrias locales. Estas iniciativas incluyen la instalación de plantas trituradoras y cribadoras para mejorar la calidad de los materiales extraídos.
El desarrollo de estos bancos pétreos no solo busca satisfacer la demanda actual de materiales de construcción, sino también impulsar el desarrollo económico regional de Quintana Roo a través de proyectos de infraestructura clave como el Tren Maya, promoviendo un crecimiento ordenado y sostenible en la región.
Vía: Luces del Siglo